Las tareas del formando…

«Todo formando se aplica mucho a sus estudios; es su deber estudiar sin perder un minuto de tiempo. Se dedica a su hora de recreo a… jugar; es su deber jugar. Se aplica a todas y cada una de sus obligaciones manuales, porque ahí lo espera Dios… pero se aplica sobre todo a conocer la voluntad de Dios, a cada momento, para practicarla con alegría.»

Cartas.

Un alma enamorada…

«El alma vive enamorada de Dios, es cristocéntrica, pero lo relaciona y ofrece primero a su Madre del cielo, para que lo purifique ella y lo presente a su Divino Hijo. No sabe separar a María de su vida diaria, de su apostolado y de su fe… se aplica sobre todo a conocer la voluntad de Dios, a cada momento para practicarla con alegría.

Carta colectiva de junio de 1965.

Aceptar la voluntad de Dios…

«Yo que me proponía gozar mucho de los ejercicios —que el predicador no pudo dirigir y que ella guió—, ya que el padre tiene un don especial de llevar a las almas por el amor, hasta el Corazón de Jesús. Ha sido una prueba bien dura, pero la he aceptado de corazón, a pesar de lo que me costó, más que por mí, porque me parecía perdido el fruto que podría sacar la comunidad de unos ejercicios bien dirigidos.»

Ejercicios Espirituales de 1951.

Una tarea importante…

«En cuanto al prójimo: paciencia inalterable, dulzura, mansedumbre y caridad tierna y activa. En cuanto a sí mismo: Desprendimiento absoluto de las cosas y de las personas y sumisión amorosa a la voluntad de su Padre».

Ejercicios Espirituales de 1933.

La voluntad de Dios…

«La voluntad de Dios se manifiesta en todos los sucesos de nuestra vida. Dándole gracias en todo lo bueno que nos sucede, en todo lo que nos alegra, en todo lo que nos proporciona contento, así como en todo lo que nos contraría, nos mortifica, nos humilla».

Consejos.

Hacer siempre la voluntad de Dios…

«Quiero decir un fiat profundo en todo lo que Dios permita».

Ejercicios Espirituales de 1943.

Abandonarse a la voluntad de Dios…

«Y ahora, ya plenamente abandonada a tu adorable voluntad, quiero entrar de lleno en mis santos ejercicios espirituales».

Ejercicios Espirituales de 1950.

Cumplir la divina voluntad en todo…

«Tú, Madre mía, haz sido la criatura que mejor y más rendidamente has sabido cumplir la divina voluntad en todo. Enséñame Madre mía, y con tu protección poderosa lograré, imitarte en esta virtud en la cual se ejerció tu divino Hijo, durante 30 años, obedeciéndote con la docilidad de un niño».

Ejercicios Espirituales de 1943.

Lo que Dios quiere a cada momento…

«Esto es lo que Dios quiere a cada momento; hacer lo que hacemos con grande amor, con grande espíritu de fe, sabiendo que solamente se está sirviendo de nuestra debilidad, pero tres… Este deleznable instrumento, manejado por las manos omnipotentes del Señor ¿qué maravillas no podrá hacer?»

Carta colectiva de junio de 1977.

Hacer la voluntad de Dios…

«No olvides que, nuestros santos padres sufrieron también mucho en su vida y tuvieron temporadas de años terribles, de grandes pruebas, y nunca los vimos desesperados, sino siempre amorosamente resignados a la voluntad de Dios».

Carta a una de sus hermanas el 27 de enero de 1953.