Entregar la propia miseria al Señor…

«El Señor me ha hecho sentir, que él se goza mucho en que le entregue por entero mi miseria, que en ella me base para la feliz realización de mis anhelos, en la seguridad plena de qué ella es el mejor instrumento de que el gusta servirse, para manifestar a la luz del mundo que sus grandes obras las lleva a cabo por medio de instrumentos los más despreciables, los más feos, los más ineptos; para que así resalte su infinita misericordia y su inmenso poder».

Hombre de poca fe. ¿Por qué dudaste?

El fruto de las humillaciones…

«Creo que yo no hubiera hecho esos actos que los sentía inmensos, como abarcando todo el mundo, si no hubiera recibido esas públicas humillaciones; con razón es tan necesaria la contradicción en las obras de Dios. ¡Cómo fortifican el alma! y cómo la ejercitan en actos de todas las virtudes».

Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?

Conservar la fe en medio de las dificultades…

«Mi alma estaba llena de angustia, una pena mortal casi me aniquilaba. La contradicción de los de fuera se juntaba a la lucha interior para hacer zozobrar en el fondo de mi alma mi fe».

Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?

Amar y dar gloria a Dios…

«He aquí esta pobre víctima que no quiere otra cosa que amarte y darte gloria».

Hombre de poca fe ¿Por qué dudaste?

Esperar todo de la misericordia de Dios…

«Él sabe hacer grandes milagros en favor de las almas confiadas; quiere nos despreciemos sinceramente, que amemos nuestra abyección y que lejos de desalentarnos al comprobar nuestra nulidad, lo esperemos todo de su misericordia».

Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?

Lo que sostiene, lo que alienta…

«Sí Señor mío y Dios mío; creo firmemente que tú, por tu infinita piedad, puedes hacer maravillas, sirviéndote de este miserable instrumento. ¡Tengo esta convicción grabada tan profundamente en mi alma!, ella es la que me sostiene, la que me alienta, la que me da fuerzas; sé que todo lo puedo en Ti que me confortas».

Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?

El sacrificio por la conversión de las almas…

«Si con ese sacrificio se convirtieron millones de almas que quisiera que te amarán, entonces Jesús mío, estoy pronta del sacrificio».

Hombre de poca fe. ¿Por qué dudaste?

Yo creo…

«Jesús mío, yo creo a pesar de todo; creo en tu amor, en tu providencia, en tu misericordia; yo oigo siempre en el fondo de mi alma aquel; «No temas, ten fe solamente» que dirigiste a Jairo».

Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?

Las almas…

3365 IMG_5199.jpg«Las almas se presentaron a mi vista clamando todas a una, el que ejerciese con ellas las obras de misericordia, sin dejar por eso mi vida contemplativa, teniendo así un ancho campo en que ejercitar mi celo. Parecía que la caridad hacia Dios y hacia las almas querían reventar mi corazón».

Hombre de poca fe. ¿Por qué dudaste?

Confianza en Dios…

3334 IMG_5175.png«La magnitud de la empresa con verla colosal, sentía, con esa confianza íntima del alma que todo lo espera de él, que podría con eso y más, haciéndolo él todo en mi».

Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?