Enamorados de Dios…

«Un misionero vive enamorado de Dios, es cristocéntrico, pero lo relaciona y ofrece primero a su Madre del cielo, para que lo purifique ella y lo presente a su divino Hijo. No sabe separar a María de su vida diaria, de su apostolado y de su fe».

Cartas.

Un alma enamorada…

«El alma vive enamorada de Dios, es cristocéntrica, pero lo relaciona y ofrece primero a su Madre del cielo, para que lo purifique ella y lo presente a su Divino Hijo. No sabe separar a María de su vida diaria, de su apostolado y de su fe… se aplica sobre todo a conocer la voluntad de Dios, a cada momento para practicarla con alegría.

Carta colectiva de junio de 1965.

Confianza con María…

«Los árboles no florecen desde que se siembran, ¿verdad? Confianza pues, oración, confianza plena de humildad pues no merecemos nada, y que la Virgen santísima sea siempre nuestra intercesora. A ella no puede negar nada su divino Hijo.

Carta colectiva del 20 de diciembre de 1971.

El «fiat» de María…

«María, la contemplativa por excelencia, después de los grandes elogios que recibió del enviado de Dios, dejando a salvo su pureza virginal, siempre pronto a cumplir la voluntad de su Dios y gozosa de poder secundar la grandiosa obra de la redención, pronuncia Sofía Salvador; ese Fiat por el cual, todos seremos salvos, si cooperamos como ella, si amamos como ella, si como ella creemos la voluntad santísima de Dios».

Sobre los Santos Evangelios.

Un voto especial a María…

«Al hacer la entrega total de mis oraciones y sacrificios a tan augusta Señora, como esclava suya que soy, y la cual consagración hoy renuevo solemnemente, uno a la intención, de una manera más formal, de que todas mis oraciones y sacrificios, tengan, como uno de sus fines principales, entre todas mis intenciones, el hacer amar a María, Madre de Dios, en tanto sea posible a la humana criatura, con la ternura y respeto con que su hijo divino la amo en este Mundo».

Renovación del voto de hacer amar a María y del ofrecimiento como víctima de holocausto al amor misericordioso.

El corazón de María…

«He puesto este rebañito bajo la dirección de María; ella será la única, la verdadera Maestra; ella modelará sus tiernos corazones dentro del suyo propio; que el modelo en que se formen, el molde inmaculado en que deben vaciarse es: el corazón de María«.

Hija, ¿Me amas? Apacienta mis corderos.

Un amor singular…

«¿Y por qué amor tan singular de la madre de Dios, hacia un pueblo que acababa de nacer, cuya cuna dulcemente Messiah la orden hija de Francisco de Asís, velando como una madre cariñosa, dispuesta siempre a procurarle la leche dulce de la religión y todos los consuelos materiales que su solicitud podía proporcionarle?»

Aparecieron flores en nuestra tierra.

Las rosas de la Virgen…

«Rosas en la Porciúncula, rosas en el Tepeyac, conquista de almas allá por el jubileo, conquista de almas acá al solo contemplar esa celestial Señora, esa dulcísima Madre, que entre sus dos manecitas parece acariciara a su xocoyotl».

Aparecieron flores en nuestra tierra.

Una petición a María…

«Le diré a la Madre que abogue por nosotros, que pida interiormente a su Hijo una mirada de infinita compasión hacia los que rodeamos su pesebre, y que nos permita imprimir a todos en su manita, un ardiente beso, del que salgamos transformados, cambiados por completo».

Ejercicios Espirituales de 1941.

El alma de nuestra Familia Inesiana…

«María de Guadalupe será el alma de esta familia misionera. Ella con su calor maternal la vivificará, ella será su maestra por excelencia; ella infundirá en todos sus hijos su mismo espíritu, aquel su amor que la hizo descender del cielo a esta tierra de Anáhuac, para acoger, tierna y cariñosa, al pequeñito hijo que le había nacido».

En homenaje de filial amor.