“Para no perder la presencia de Dios basta una simple mirada de amor, y sentir allí al Señor”.
Cinco Esquelitas, f. 445.
“Para no perder la presencia de Dios basta una simple mirada de amor, y sentir allí al Señor”.
Cinco Esquelitas, f. 445.
«Al empezar cualquier trabajo, me pongo en su presencia divina, ofreciéndole todos los instantes que en él emplee».
Estudios y meditaciones.
«Gracias, Jesús, por haber tenido el deseo de quedarte con nosotros hasta la consumación de los siglos, y porque lo haz realizado».
Escritos y meditaciones.
«Nuestro Señor, que conoce nuestra debilidad y flaqueza, nos oculta el provenir y quiere que vivamos solo el momento presente, permitiéndonos disfrutar de todos los bienes que el pone a nuestro alcance, de los que quiere que gocemos lícitamente y con hacimiento de gracias, reconociendo que todo don nos viene de su mano, y que estemos dispuestos a retornarlo a él en el momento en que él lo reclame, como dueño que es de todo.»
Consejos y Reflexiones.
«Inmediatamente que oigas la señal de levantarte, esa dulce voz del cielo que te invita a la presencia de Dios, salta al punto del lecho; por una aspiración fervorosa ve, en espíritu, mientras te bañas y te vistes, ante el sagrario, ofrécele tu alma, tu corazón, tu ser todo entero, con todas las alegrías, penas y dolores que él quiera enviarte».
Lira del Corazón, Primera parte, C.1.