«Todo mi anhelo era la Eucaristía. ¡Cómo se estrechaba mi corazón con el de Jesús al recibirlo! ¡Cuán infinita es su misericordia con los pecadores! ¡Estaba verdaderamente endiosada, nada me turbaba, las ansias de manifestar a Dios mi amor, me consumían!»
Cuenta de conciencia.