«Para escribir estas cosas, como se sienten, como en las malas gusta, se necesitaría un lenguaje que no fuera de la tierra; ¡se necesitaría un lenguaje celestial capaz de traducir, de interpretar, la armoniosa música que la consideración de misterio tan inefable, produce en el alma!»
Lo que me dice el cuadro de la anunciación de nuestra capilla.