«Dice Santa Teresita que un acto de vencimiento vale más a los ojos de Dios, que la conquista de muchos mundos. No lo olvidemos. No queramos ver y hacer otras cosas. Venzamos cada uno y dominemos nuestro yo, nuestro amor propio, para sólo pensar en lo que le gusta a Él. Entonces, que paz, qué alegría, ¡cuántos méritos!»
Carta de 1962.