“Mi vida será un himno en mi adhesión a su Voluntad adorable en todo lo que Él disponga de mí, sea penoso o agradable”.
Ejercicios Espirituales de 1943, p. 8.
“Mi vida será un himno en mi adhesión a su Voluntad adorable en todo lo que Él disponga de mí, sea penoso o agradable”.
Ejercicios Espirituales de 1943, p. 8.
«Que nos conceda a todas las almas consagradas, saber vivir plenamente nuestros santos votos, que nunca lleguemos a darle hastío por nuestra tibieza, por nuestra poca generosidad, por el no luchar contra nuestros defectos, sino al contrario, que Él encuentre en cada una de nuestras comunidades una Betania donde su corazón descanse».
Carta colectiva de Mayo y Junio de 1978 desde Roma.
«¿Que cuándo iré a visitarlos? Ah hijos, Por ahora está difícil por muchos motivos. Pero para Dios no hay imposibles. Él sabe el día y la hora. ¡Lo deseo tanto! A las veces quisiera decir a todos los hijos lejanos que desean mi pobre presencia, lo que dice una canción: “quisiera ser estampilla e irme en esta carta”… Pero, si no voy en el cuerpo, sí continuamente estoy con todos ustedes en espíritu y con el corazón».
Cartas.
«Sembremos hijos, sembremos en las almas, sin descansar, aunque nosotros no recojamos la cosecha; esto no importa, lo que interesa al Señor es nuestro trabajo amoroso; y ya hemos visto, cómo el Divino Maestro goza tanto al ver el amor con que trabajamos por las almas…por él…»
Carta colectiva de diciembre de 1977.
«Espero en Dios que todos mis hijos estén bien, muy contentos en el desempeño de sus ocupaciones cada uno, no teniendo otra mira que agradar a Dios y salvarle almas, observando aquello que nuestro Señor nos indica en su santo evangelio: «Negarse a si mismo, tomar cada día su cruz, y seguirle»».
Carta Colectiva desde San Francisco, California, el 25 de octubre de 1956.