«Deseo con toda mi alma que Nuestro Señor les conceda cada día más amor hacia la partecita de esta familia misionera que a cada uno ahora le ha confiado; pues el amor nos hará cada día más fácil y llevadera nuestra responsabilidad».
Carta circular del 10 de febrero de 1971.
“Nosotros «somos misioneros» y es tan grande nuestra responsabilidad, pero tan dulce saber corresponder a ella”.
Circular de Pascua de abril de 1977.
«Es inmensa la responsabilidad que llevo sobre mis hombros y grande mi nulidad».
Carta colectiva del 5 de noviembre, 1950.
«Se necesita que, quien es mayor o responsable, sepa también ceder, si sus conceptos no son tan buenos como los que proponen sus hermanas; pero estas tienen que tener la suficiente educación, religiosidad y prudencia al exponer sus opiniones, para no herir».
Circular del 5 de mayo de 1970.
«Hijos, nosotros «somos misioneros» y es tan grande nuestra responsabilidad, pero tan dulce saber corresponder a ella. Muriendo a nuestro amor propio, a nuestro yo, a nuestros gustos, es como vivimos felices».
Mensaje de Pascua de abril de 1977 desde Roma.
«¿Quiénes son las personas abocadas a ir a misiones entre no fieles? Las personas que saben convivir con alegría, paz y concordia con sus hermanos. Las que no hacen la vida difícil a quienes conviven con ellas; las que son dóciles y cumplen con toda responsabilidad sus deberes… los que aman su vocación, la defienden y la cultivan por todos los medios lícitos».
Carta colectiva de octubre de 1968.
“Que ni siquiera de pensamiento ofendamos jamás a nadie, que seamos respetuosos, bondadosos, sinceros y sencillos con cuantas personas tratamos”.
Carta a Misioneras Clarisas de California, el 9 de octubre de 1962.
“Cuánto me ama Él, estoy de ello plenamente convencida. Y yo, ¿cómo he correspondido a ese amor?”
Ejercicios Espirituales de 1951.
“Si Jesús iba creciendo en sabiduría, edad y gracias delante de Dios y de los hombres, como nos dice el Santo Evangelio… ¡Cómo debería yo crecer, progresar de virtud en virtud para parecerme a mi Divino Modelo!
Ejercicios Espirituales de 1941.
«Jamás perdamos el tiempo en críticas, pesadumbres y lamentos. Allí donde Dios nos ha colocado, aunemos nuestras fuerzas con las de nuestros hermanos, y realicemos lo mejor que entendamos la misión que Dios nos ha confiado».
Convocatoria al Capítulo General Especial, marzo 25 de 1968.
Un pensamiento de la Beata Madre María Inés Teresa 