Experiencias de misión…

2077 Captura de pantalla 2017-01-24 a las 5.27.59 PM.png«Nuestros vecinitos que ya se han familiarizado con nosotras, se han dado cuenta que no hay tal cosa y que al contrario, las «dotey sama», como ya nos llaman, y es el nombre con que suelen designarnos las personas cultas, católicos y no católicos, son amigas de los niños los aman y desean su bien; ya tenemos muchos que vienen a estudiar el catecismo y también señoritas y jóvenes. Pidan a dios alcancen todos la gracia del bautismo».

Carta colectiva desde Japón en Mayo de 1953.

Los frutos de un catequista…

1640 IMG_2870«Para que el catequista llegue a desempeñar con mucho fruto esta misión sublime, de SEMBRAR A DIOS EN LAS ALMAS, por así decir, y de hacer que crezca en ellas, él mismo tiene que ser alma de oración, pedirle mucho a Nuestro Señor acierto en sus palabras, pureza de intención en todas sus obras, y el único deseo de glorificarle, ayudando a esas almas a salvarse, mediante el conocimiento y amor de Dios».

Notas Íntimas y Meditaciones, pp. 9-10.

Todo lo debemos convertir en apostolado…

1070 Con Esthela Gonzalez 2hyhy«Todo lo debemos convertir en apostolado, todo esto es evangelizar, todo esto es sembrar la palabra de Dios, ya que Él se servirá de los labios de quienes en esos momentos están impartiendo lecciones de catecismo o ayudando a las almas que quieren retornar al buen camino; o a las almas que, por la tentación, están a punto de ceder a lo que les dice el demonio».

Consejos.

Para enseñar el catecismo…

1001 IMG_0394«Y así, cada oración que aprendan, cada parte del catecismo, hay que explicárselas muy por menudo, y enseñarles a practicar las virtudes que contienen con ejemplos prácticos y con palabras que estén a su alcance. Porque de no ser así el catecismo, lo aprenden todo, pero como pericos, sin comprender nada».

A mis queridas compañeras de la Acción Católica.

El catequista, alma de oración…

«Para que el catequista llegue a desempeñar con mucho fruto esta misión sublime, de SEMBRAR A DIOS EN LAS ALMAS, por así decir, y de hacer que crezca en ellas, él mismo tiene que ser alma de oración, pedirle mucho a N. Señor acierto en sus palabras, pureza de intención en todas sus obras, y el único deseo de glorificarle, ayudando a esas almas a salvarse, mediante el conocimiento y amor de Dios».

A mis queridas compañeras de la Acción Católica.