La dulcísima María…

«Te pedimos dulcísima Madre, nos ames con amor de predilección, y que este amor se traduzca de nosotros, en un acendrado amor de Dios y del prójimo, en una sed incansable de sufrimientos y desprecios, de humillaciones y olvidos; en una humildad profunda y un culto a la pobreza, en una obediencia sencilla, y en un espíritu de filial sencillez hacia Dios y hacia ti».

Ave Maria gratia plena, Dominus tecum…

El ideal de salvar almas…

«Este ideal le sostiene en sus luchas, le da fuerza en sus quebrantos, en sus debilidades corporales, en sus enfermedades, en sus angustias, en sus dudas, en sus humillaciones. Así así de su vida una mina por las almas, porque nada desaprovecha de cuanto le sucede».

Excelencia de la vida religiosa.

Levantarse…

«Oh, en verdad cuánto deleite suele encontrar mi alma después de una caída que me humilla profundamente; cuanto más me siento sumergida en ese baño de humillación, con más deleite respira mi alma en ese ambiente de la propia abyección y más acreedora me siento a la sangre de Jesús, a los cuidados de mi celestial Madre, a las terneras de mi Padre celestial y a las luces y funciones del Espíritu Santo».

Ejercicios Espirituales de 1936.

El salto de la Divinidad…

«Al descender Dios del cielo a la tierra para tomar nuestra pobre naturaleza, realiza la suprema humillación, la humillación de las humillaciones. Es el salto de la Divinidad».

Lo que me dice el cuadro de la anunciación.

El fruto de las humillaciones…

«Creo que yo no hubiera hecho esos actos que los sentía inmensos, como abarcando todo el mundo, si no hubiera recibido esas públicas humillaciones; con razón es tan necesaria la contradicción en las obras de Dios. ¡Cómo fortifican el alma! y cómo la ejercitan en actos de todas las virtudes».

Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?

Adquirir la humildad…

«Pondrás sumo empeño en adquirir la humildad que es el fundamento de toda virtud sólida; amarás el ser humillado, olvidado; buscarás con alegría los trabajos más humildes, los que más repugnen a la naturaleza, considerarás como tu lugar propio y el que mejor te corresponde: EL ÚLTIMO, imitando a tu dulce Jesús que en su vida mortal sólo buscó desaparecer y ser despreciado».

Lira del Corazón.

El valor de las humillaciones…

«Tengo la seguridad cierta de que en la humillación le glorificaré mucho más».

Carta del 24 de julio de 1951.

Caminos de humildad…

«Vean todos, hijos, en la presencia de Dios, cómo va su espíritu de pobreza… su bondad hacia los demás, su caridad abierta, sencilla y sincera, su espíritu de cooperación. su anhelo por hacer que los demás brillen, aunque desaparezca su propia personalidad. ¡El que se humilla será ensalzado!»

Carta a una comunidad de misioneras Clarisas el 18 de enero de 1956.

Ganar el mundo para Cristo…

3344 WhatsApp Image 2020-06-29 at 11.01.22.jpeg«Por el despojo, por la humillación, por el amor, se gana el mundo inmenso de las almas, para Cristo».

Estudios y Meditaciones.

El Señor nos sostiene en la tribulación…

3284 MG_1559.jpg«Los días se me pasan en continuos martirios; y las noches, con Jesús y María. ¡No poco me consuelan y alientan estos sueños! Gracias, Dios mío. Es muy cierto que cuando abundan las tribulaciones, las represiones, las humillaciones, las incomprensiones, tu Dios mío, sostienes con tu brazo poderoso».

Cinco cuadernitos.