Entrega total…

1719 U«Todo el Instituto es suyo; sí, ella (la Santísima Virgen de Guadalupe) lo concibió en su seno virginal en los albores de mi vida religiosa. Ella lo calentó, lo vivificó y, cuando llegó el tiempo de darlo a luz, lo tomó amorosa en sus brazos, lo colmó de caricias y lo presentó al divino Misionero… Él lo acogió con ese su amor infinito…»

Experiencias Espirituales, f. 585.

Desde tu gloria seguiré con ellos…

«Que desde tu gloria siga fecundizando con mi trabajo, mi oración, mi adoración beatífica, la semilla que deposité en la tierra para tu mayor gloria, para que fructifique más y más en las manos de los que me han seguido en las tareas apostólicas».

Lira del Corazón, Segunda parte, Capítulo XII, pág. 214.

La unión de corazones…

“Les recomiendo siempre, en todas las cosas la unión de corazones, de voluntad, de servicio, en la alegría característica de Nuestro Instituto, pero en una alegría sobrenatural, en el deber cumplido por amor. Bien sabemos que todo reino será destruido”

Carta colectiva desde Roma en junio de 1978.