Así es nuestro Dios…

«¡Es tan dulce, tan bueno un Dios comprendido y amado!, comprendido sí, en su eterno misterio; en el eterno misterio de su amor por el hombre».

Estudios y meditaciones, folio 661.

Tempestades y borrascas…

«Las borrascas y tempestades del mar le hablan a las tempestades y borrascas de las almas, las cuales sólo se pueden calmar al imperio de tu voz, sucediéndose a ellas una apacible bonanza».

Estudios y meditaciones.

La mejor herencia…

«No quiero otra herencia, quiero nada menos que todas las naciones porque quiero que todas ellas sean el trono de Cristo Rey. Mi anhelo supremos es que Él reine en todos los corazones, en las sociedades, en los hogares».

Estudios y meditaciones.

Las naciones en herencia…

«Reclamo para mí, como herencia, las naciones todas».

Estudios y meditaciones.

La voz de la obediencia…

«Y ahora Jesús, dejándose oír por la voz de la obediencia, me ha dicho: «Apacienta mis ovejas»».

Estudios y meditaciones.

La Eucaristía…

«Sin la Eucaristía nos sería imposible la vida».

Estudios y meditaciones.

Jesús manso y humilde de corazón…

«Dios tres veces santo… Proyecta descender a la tierra, abandonar su hermoso cielo en donde están feliz, y tomar entre nosotros, la forma de un hermosísimo Niño; y ahí entre las pajas del pesebre, reclinado apaciblemente, con unos pobres pañales que lo envuelven y tiritando de frío, clama muy alto: Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón».

Estudios y meditaciones.

Al final de nuestras vidas…

3380 IMG_6882.jpg«Que dichosos seremos nosotros, si al fin de nuestra vida, cuando lleguemos a los umbrales de la eternidad, cuando nos presentemos ante el Señor nuestro Dios, podemos escuchar, señalándonos con su dedo un mundo de almas salvadas con nuestros sacrificios, con nuestras oraciones, con nuestros trabajos».

Estudios y meditaciones.

Entregar la vida al Señor…

3354 IMG_1526.jpg«Toma de veras, Dios mío, esta vida que tantas veces te ha ofendido. Así sea».

Estudios y meditciones, f. 720.

María y la casita de Nazareth…

3353 b4ca96cf-ec2b-4a6f-8380-be0f112ac24c.jpeg«Desciende a tu casita aquella de Nazaret, y déjanos saborear contigo, comprender y amar intensamente los inefables misterios, que aquella noche para siempre bendita, se realizaron en ti».

Estudios y meditaciones.