«Que tu Espíritu Santo se posesione de mi ser y derrame sobre mi alma el efluvio de sus siete dones y frutos, para gloria del a Santísima Trinidad».
Ejercicios Espirituales de 1950
«Que tu Espíritu Santo se posesione de mi ser y derrame sobre mi alma el efluvio de sus siete dones y frutos, para gloria del a Santísima Trinidad».
Ejercicios Espirituales de 1950
«En la presencia de Dios cuán poco valgo por mí misma, me daría asco verme. Solamente valgo por la sangre preciosísima de Jesús que fue derramada por mí, por mi salvación y santificación; y que la inteligencia, la iniciativa que yo tenga, la simpatía, etc. etc., son dones de Dios que se pueden quitar en cualquier momento, sobre todo si ve que no sé hacer buen uso de sus dones»
Consejos..
«¡Él mismo nos da sus dones, sus gracias, sus inspiraciones, sus talentos, sus riquezas!»
Sobre los Santos Evangelios.
“La alegría es muy necesaria, es mensajera de paz; ella alimenta el espíritu, lo vigoriza, lo ensancha, lo hace apto para recibir las luces del Espíritu Santo. la alegría es comunicativa, es un don por excelencia”.
Ejercicios Espirituales de 1941.
“La palabra «Temor de Dios» se traduce fácilmente en esta: «Temor de mí mismo», temor de ofenderle, temor de ser infiel a mis juramentos a mis promesas, temor de desagradarle, temor de dejar un día de amarle. ¡Oh Dios mío! Jamás permitas tal desgracia, ni en mí, ni en ninguno de los que amo”.
Ejercicios Espirituales de 1941.
«Entre más ahondo en mi miseria, cuanto más la descubro a la luz de la fe, cuanto más horror siento de ella, las alas de mi confianza adquieren una fortaleza que, puedo, sin temor, competir con el mismo Dios, en la seguridad de que lo dejaré vencido.»
Experiencias Espirituales.
«Así como Dios necesitó primero hacer la luz en el mundo material, para después poblarlo de seres, tanto inanimados, irracionales y por último racionales, la misma táctica sigue en el alma; primero le da la luz para conocer su actual estado de miseria, y luego, como en la creación, va llenando esa alma de gracias y dones, según la correspondencia de la misma alma, y el estado de santidad a que la ha destinado».
Estudios y meditaciones.
«Nuestro Señor, que conoce nuestra debilidad y flaqueza, nos oculta el provenir y quiere que vivamos solo el momento presente, permitiéndonos disfrutar de todos los bienes que el pone a nuestro alcance, de los que quiere que gocemos lícitamente y con hacimiento de gracias, reconociendo que todo don nos viene de su mano, y que estemos dispuestos a retornarlo a él en el momento en que él lo reclame, como dueño que es de todo.»
Consejos y Reflexiones.