Gratitud…

«¡Qué inmensa mi gratitud a nuestro Señor!»

Ejercicios Espirituales de 1940.

Por los sacerdotes…

«Apenada, preguntaba a nuestro Señor, que fruto iría a sacar de estos ejercicios, cuando mis ojos se detuvieron en esas hermosas frases dichas a la madre Luisa Margarita, por sus sacerdotes, para sus sacerdotes; palabras que inundaron mi alma como un río de gracias».

Ejercicios Espirituales de 1940.

Gratitud a María santísima…

«¡Gracias Madre mía! ¡Cuántas, incontables, son las gracias que te debo, madre mía! sin ti, ¿qué sería de mí?»

Ejercicios Espirituales de 1940.

El reino del Amor infinito, por el sacerdocio…

«En una hora de descanso, en este primer día de ejercicios, puso mi buen Maestro ante mis ojos, en un opusculito en francés, algunos de los pensamientos de la Madre Luisa Margarita Claret de la Touche, sobre el reino del Amor infinito, por el sacerdocio; y fue eso para mi alma toda una revelación, todo un camino, todo un raudal de luz y de amor que invadió esta alma mía, sintiéndose fuertemente inclinada a seguir este atractivo».

Ejercicios Espirituales de 1940.

El divino jardinero…

«Sencillamente escribiré, lo que Nuestro Señor por su gracia, quiera imprimir en mi corazón, y aquello a que este corazón se sienta más fuertemente inclinado, para mediante este atractivo, que sin duda es inspirado por Dios, alcance mi alma su último fin, se perfeccione en mi vida religiosa, y las semillitas de virtudes, depositadas por el divino jardinero en mi corazón, y que aún, por mi negligencia, están en Germán, se desarrollen, y lleguen a la plenitud de su crecimiento y a la sazón de sus frutos, que este mismo divino jardinero quiere y espera de este jardincito, que el con tanta solicitud y esmero ha querido cultivar, pero que yo, por mi pereza, tan tristemente he descuidado».

Ejercicios Espirituales de 1940.

El estado del alma en la adversidad…

«No pensaba en estos santos ejercicios, confiar al papel mis resoluciones, mis impresiones, la solicitaciones de la gracia, mis reflexiones, ni menos aún, hacer unos extractos de las pláticas, como hice el año anterior, porque mi espíritu no se sentía ahora inclinado a ello; lo atribuyo al estado de debilidad en que aún estoy, por estar tan recientemente operada de las anginas, Y aunque el dolor ya no es intenso, si persiste aún una laxitud, el decaimiento físico, la falta de fuerzas, originado todo esto por la privación de alimento, dada la imposibilidad de pasar, por lo doloroso que es, no sólo masticación, y pasar cosas sólidas, sino aún las completamente líquidas, y la misma saliva. No haré extractos de las pláticas, sencillamente escribiré».

Ejercicios espirituales de 1940.

Buscar la gloria de Dios…

«Lo que me mueve a amar a nuestro Señor, a procurar su gloria, a ser fiel hasta en las menores cositas, lo que me mueve son las almas, salvar almas para Él, alcanzar la santificación de los sacerdotes».

Ejercicios Espirituales de 1940.

Comprar para Dios almas sacerdotales…

«Tengo el solo deseo de agradar a nuestro Señor y de comprarle almas, y muy especialmente, a ejemplo de mi santita predilecta, Teresita del Niño Jesús, almas sacerdotales».

Ejercicios espirituales de 1940.

Las almas y la santificación de los sacerdotes…

«Lo que me mueve a amar a nuestro señor, a procurar su gloria, hacer fiel hasta en las menores cositas, lo que me mueve son las almas, salvar almas para él, alcanzar la santificación de los sacerdotes».

Ejercicios espirituales de 1940.

Por los sacerdotes y seminaristas…

«Trabajaré, como mi intención primera y particularísima, pasándolo todo por manos de María uniéndolo a los méritos de Nuestro Señor, por la santificación del sacerdocio, y como semilla sacerdotal en crecimiento, por los seminaristas, y como semilla sacerdotal en germen, por alcanzar de Dios, vocaciones sacerdotales y religiosas».

Ejercicios Espirituales de 1940.