La hora de la muerte…

1003 La Virgen de Ixtlán«No sé cuándo llegará mi hora, cuando Dios quiera, ni antes ni después la deseo, sino a la hora precisa que El quiera, cuando El quiera, en la forma que quiera; ni siquiera pienso cómo será mi muerte, la dejo en las manos de Dios totalmente. Yo sé que estará conmigo en esos momentos para llevarme con El, como lo espero en su infinita misericordia y mi Madre Santísima también. Ella no me dejará nunca, como nunca me ha dejado. Así confío».

Testamento Espiritual.