«No se les olvide lo que siempre les he dicho una y mil veces: Cada uno debemos ser alma pacífica y pacificadora».
Carta colectiva del 2 de febrero de 1953.
«No se les olvide lo que siempre les he dicho una y mil veces: Cada uno debemos ser alma pacífica y pacificadora».
Carta colectiva del 2 de febrero de 1953.