«Con cuánta gratitud debe el Vanclarista vivir su vida de dar testimonio de que Cristo ha venido al mundo. Por su vida cristiana, pero verdaderamente cristiana, evitando todo pecado mortal y aún venial y así poder de verdad sembrar y ser instrumento de Cristo no sólo cuando van a misiones, sino siempre, ya que la principal misión del Vanclarista es dar testimonio de vida cristiana».
Carta colectiva desde Roma Italia, en Diciembre 7 de 1971.